sábado, 11 de abril de 2020

Canción al ciclo natural del agua y a la melancolía.

Abre la mano,
toma esta piedra.
Está fría, helada.
Piedra de río que solo
encuentra calor al lado de tu pecho.

Ahora mira hacia el río
y observa
como el agua adornada de espuma
se encuentra en su deriva
a un meandro de piedras y musgo. 

Mira la mano,
la piedra está echa polvo.
Sopla y ve
como dibuja en el aire 
esbozos de tu rostro.

Las firmes piedras
suenan por los pasos de regreso,
y a mi
ya me duele la futura melancolía
al recuerdo de este preciso momento. 



martes, 17 de marzo de 2020

Poema desordenado de un cuerdo aislado.

Me veo en una obligación
quasi-humana
de romper todas las paredes de mi cuarto,
quemar la foto del Rey de Bastos entre mis manos.

Ella decía que era una mala idea salir,
que tan solo era una mala idea de las mías:
yo quería retar a una lucha sin camisa a los miembros del Gabinete
y a los del Consejo de Seguimiento.

Me siento una alternativa a mi propia caída,
soy un adolescente compulsivo lleno de hormonas,
hundo mis pies en el parqué:
soy capaz de matar con mis propias manos
el tiempo que me atrapa a esta cotidianidad.

Quiero morder las cuerdas que atan mis brazos,
saltar por la ventana con los brazos abiertos
y, desnudo,
planear sobre la ciudad.

Quiero descubrir que no estoy
tan cuerdo
como pensaba
y que lo único que me ata a aquí
es una obligación gubernamental.

martes, 30 de julio de 2019

Gaviotas

Gaviotas desubicadas en Tierra Interior
siento sus graznidos demasiado cerca.
Bajo ellas circulan pequeños insectos
en un hormiguero que aún se les hace extraño;
algunos son capaces de soportar el doble de su peso: y aún así caminan.

Sobre las gaviotas, un cielo azul,
"un mar que se equivoca".

Y esto tan solo es un día por semana.

lunes, 27 de mayo de 2019

Si no corriera tanto el cielo...

[Aún lloran las palabras gruesas
tras los escaparates de cristal, aislados]

    Si no corriera tanto el cielo,
aún quedarían esperanzas recónditas, fugaces:
en las noches de verano,
bajo las pocas estrellas que Asturias permite ver,
se conjura un futuro imaginado.

    Saldrían de las camas los enfermos,
a los buzones llegarían todas las cartas.
El silencio se lograría para la calma
bajo la palabra sorda de los sueños.

    De la vida, solo quedarían las preguntas;
de los besos, el reencuentro.
Los aviones ya no saldrían para la despedida, 
y por los túneles solo se iría el viento. 

  
    (De la mano de un hermano no me deshago,
y aún me mantengo con mis sueños: 
que este futuro estaría ya fechado
si no corriera -como hace- 
tanto el cielo).

domingo, 10 de marzo de 2019

Si rimara esta canción tampoco seria famosa.

[Aun es vertical el sonido.
Me engulle una calle entera bajo su propia longitud.]


   Reconozcámoslo , hay varios tipos encerrados en mi propia habitación.
Entre ellos me encuentro yo.
Hay otro que parece ser quién que fui.
Un tercero es aquel que jamás seré.

   El primero escribe esta... ¿canción?
-¿una canción que no rima? ni que fuera nadie
para tomarme estas licencias-.

   El segundo se parece olvidar de todas las cosas que hizo mal,
no vaya a ser que se vuelva a lastimar,
volviendo a recordar quien se vino y quien se fue.

   Y el tercero ya no sé, ni quisiera yo saber,
que será de el.
Y aunque algún día me quiera llamar,
le diré que yo no estoy,
que tan solo quiero estar,
muertito de ansiedad,
imaginando que él no existe.

   Y no puedo disimular:
aunque diga que no pienso en él
aún le nombro en estos versos.









viernes, 7 de septiembre de 2018

Dolor a sal

[Un actor sorprendido intenta huir del escenario. No puede escapar de las tablas y comienza a desesperarse.

-el publico aplaude- ]

Sabor
que te hace llorar
tomaste y perdiste la razón,
súbita muerte el despertar.

Amor,
en mitad del vendaval,
oscuro mar bajo los pies
te olvidaste que no sabías nadar.

Y tú,
que siempre fuiste mar,
ahogas tu suerte en un desván,
donde escondiste la ansiedad.

Es más,
no quedan más "adiós"
se hundió sin pedir perdón,
por algo que nunca reconoció.

Relax,
calma tras la tempestad,
sin barco donde huir,
pierdes tus fuerzas en nadar....
            sin final...

Y todo lo que falta y sobra
son razones por las que estar ahí,
dónde la corriente tira más
dónde huye la verdad.

Cada una de las palabras
aparecen como un tren,
que su sonido al pasar,
se aleja sin mirar atrás.

Y todo lo que falta y sobra
son canciones que dirán,
que no vas a merecer
todo lo que sucederá.

Relax,
calma tras la tempestad,
sin barco donde huir,
pierdes tus fuerzas en nadar....
            sin final...